Aviso de Navegantes

El accidente ocurrido en el Metro de Valencia, el día 3 de julio de 2006, registra unas muertes anunciadas. Según se desprende de las declaraciones de los supervivientes, la “negligencia” de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), por permitir, tiempo atrás, el exceso de velocidad en los trayectos.
Las empresas del País, concesionarias de los servicios municipales se gestionan en base a criterios mercantilistas sin reparar en que el “servicio Municipal”, cuando menos, ha de ejercerse con una seguridad de calidad.
Extrapolado a la Ciudad de Cáceres, podemos destacar las insistentes advertencias de “conducción temeraria” por parte de los coches de Busursa, pero parece ser que el Ecmo. Ayto. y Busursa, no se quieren dar por enterados y hace menos de 10 días, se registró el atropello de un joven en el puente de acceso a Aldea Moret.
Los conductores son obligados a cubrir sus “estadillos” en el curso del trayecto con el consiguiente peligro de accidentes por descuido (¿no es una situación parecida a la de hablar por el móvil?). Del mismo modo, han de cumplir los horarios de las líneas en tiempo real, produciéndose imprudencias tales como las aceleraciones en los semáforos en “ámbar” o incluso en “rojo”, así como la excesiva velocidad con la que la línea 1 y 8 atraviesan la rotonda de RENFE, en la N630.