Derecho a la Intimidad o "todo por la patria".

La iniciativa, del gobierno británico, de instalar cámaras de rayos x en las calles, reabre el debate de la protección del honor y a la intimidad , al menos en el Estado Español.

El Art. 18 de la Constitución que garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen y, en su punto 4 estima que la ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.

La propuesta del Reino Unido es agresiva, tanto en cuanto se expondría a los viandantes a recibir radiaciones muy perjudiciales para la salud y, como no, "verlos/as desnudos/as".

Parece que al gobierno británico no le basta con el "Gran Hermano" operativo en barrios como el de Newham, en Londres, en el que no se puede pasar inadvertido. En cada esquina aparece un panel donde se dice: Atención: sistema inteligente de videovigilancia.

foto 20minutos.es

Las cámaras callejeras han sido instaladas en esta comunidad de doscientos cuarenta mil habitantes (mayoritariamente de origen extranjero).

Reaparece el conflicto entre la intimidad y la vigilancia, el porque una parte quiere controlar a la otra, cuando esta última lo único que pretende es que su intimidad sea respetada,¿donde establecer la frontera de lo permitido y lo no permitido?.

En el caso español podemos apreciar la videovigilancia en la plaza Orwell de Barcelona en la que, como se aprecia en la fotografía, nos vigilan en un radio de 500m.

Pero a nuestros gobiernos no les basta con la vigilancia de "cajeros automáticos" o "cámaras de organismos oficiales", "autobuses", etc., estos quieren más información en aras de la "seguridad nacional-municipal" y sus "películas" de "supuestos terroristas".

Y, como no, la Ciudad de Cáceres no va a ser menos que nadie, y son los mismos comerciantes, la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca), quienes instan a la Junta de Extremadura a la instalación de 10 cámaras en las calles Pintores, Moret y San Pedro.

Por supuesto, el gobierno municipal cacereño da su visto bueno y, ya se ha comprometido por boca de nuestro afamado concejal, del PP, Fco. Javier Castellanos.

La pregunta es:

¿quién nos garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen ?